LA FUERZA DE LO LIGERO

    Una cosa es cierto: las consecuencias del hábito de comer demasiado y con demasiada grasa, no se limitan a ganar unos Kg, de más.

    Además de las complicaciones asociadas al exceso de peso, una alimentación demasiado grasa tipos de cáncer como el cáncer de colon.

    Las verduras frescas contienen mucha agua y pocas grasas. Su contenido calórico es bajo y proviene esencialmente de los glúcidos.

    Excepción hecha de la patata, que puede ser considerada una fécula, todas las verduras son naturalmente ligeras. En cuanto a las frutas no debemos olvidar que algunas son ricas en calorías porque contienen azúcar.

    Hay que tener esto en cuenta a la hora de organizar nuestras comidas. Aunque las frutas puedan ser calificadas de alimentos sanos y naturales, no deben consumirse en exceso sobre todo en aquellas personas que deben seguir un réginen determinado. El consumo abundante de frutas y verduras permite reducir la ingesta calórica diaria. Dicho de otra manera, cuando uno come frutas y verduras, la ingesta calórica por una misma cantidad de alimento será tanto más interesante en cuanto que se acompañe de un aporte de fibra, de vitaminas y de otras sustancias que contribuyan a reducir el riesgo de cáncer.

    Las frutas y las verduras están llenas de virtudes pero no sustituyen a los otros alimentos como la carne, el pescado, los lácteos o las féculas. Si es bueno aumentar su consumo, no conviene alimentarse exclusivamente de frutas y verduras.

    Excepto circunstancias especiales, un consumo diario de frutas y verduras hacen innecesario el toma suplementos de vitaminas o fibra. Repitámoslo, las frutas y verduras nos aportan otras sustancias que probablemente ayuden a protegernos contra ciertos tipos de cáncer. No hay, pues una sino muchas buenas razones para incluir las frutas y las verduras en nuestro menú diario.