Buenas Maneras y Regalos
- La gente que no se ríe nunca ni consigue alegrar a los demás no es gente seria. Evita sentarla a tu mesa para que no le amargue la cena a tus invitados.
- Sé siempre educado. Es tu mejor garantía para no perder la compostura frente a la mala educación de los demás.
- Las tarjetas de felicitación con dibujos y frases de humor son un buen detalle, pero puedes redondear su efecto añadiendo algo de tu cosecha.
- No te fíes del cine para aprender algo sobre buenos modales: por lo general, los guionistas confunden la elegante con lo afectado.
- Exigir algo con buenas palabras y amabilidad te abre más puertas de la que imaginas.
- El saludo del beso fugaz en ambas mejillas sólo se concede a personas de cierta confianza. Con el resto, limítate al apretón de manos: ni muy suave ni muy fuerte. Lo mejor es el término medio.
- No acudas a la excusa de que tienes "demasiado trabajo" para evitar asistir a una reunión social.
- Un tema recurrente en las comidas es hablar de vinos. Aprende algunas de las cuarenta variedades de uva que existen y, por supuesto, a qué tipo de vino corresponde el que estáis saboreando.
- Salvo algunas excepciones, el vino debes servirlo en copas de cristal incoloro y transparente. Y, por supuesto, no deben oler nunca a detergente.
- Sé educado, no almibarado. Si caes en este defecto, tu comportamiento no responde ya a una buena educación, sino a pura y llana cursilería.
- Lleva tus uñas siempre limpias y cuidadas. Nada más desagradable que unas uñas "de luto"
- Más sobre uñas: la manicura no es exclusiva del sexo femenino. También los hombres deben someterse a ciertos cuidados. Lo ideal es llevarlas a ras del dedo y con un corte pulcro.
- Si eres mujer y un amigo te invita a cenar, regálale una rosa roja. Le sorprenderás por tu originalidad y, si acude trajeado a la cita, siempre podrá adornar con ella su ojal.
- Cuida hasta el última detalle de tu indumentaria, incluso los zapatos. Deben ser discretos, y estar bien lustrados.
- El secreto de la buena educación radica en respetar a los demás casi como a uno mismo.
- Si compras un regalo y el papel que lo envuelve no te convence, compra uno que sea de tu agrado. Recuerda que el envoltorio es lo primero que va a ver la persona que recibe tu presente.
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