No hay duda que el teléfono móvil nos ha hecho la vida mucho más fácil, ayudándonos a comunicarnos mejor con los demás, pero hay personas que dependen excesivamente de él, hasta el punto de sufrir una verdadera adicción.
- Sabremos si nuestro apego por el teléfono móvil es adictivo si nos impulsa a tener un comportamiento obsesivo, es decir, si nos resulta imposible renunciar a él. Hay personas que desarrollan verdaderos cuadros de ansiedad cuando, por ejemplo, pierden el móvil, se lo dejan en casa o se quedan sin batería.
- Paradójicamente, este aparato, cuyo principal uso es el de relacionarse con los demás, nos puede aislar del exterior, ya que, en ocasiones, acaba por convertirse en la única forma de comunicarse.
- En estos casos, resulta recomendable prescindir gradualmente de su uso. Una buena idea es apagarlo durante unas horas durante el día para acostumbrarse a la idea de estar sin él. También puede ser útil prescindir, por ejemplo, los fines de semana.
- Si la sensación de tener el móvil apagado nos genera ansiedad, podemos distraernos realizando cualquier otra actividad gratificante, como ir a pasear, hacer deporte, leer, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario