jueves, 28 de octubre de 2021

Cáncer de Vejiga



QUE ES

Es un tumor maligno que aparece en la vejiga de la orina. Supone el 3% de todos los cánceres diagnosticados, y es el cuarto más frecuente en hombres en España, después del de pulmón, próstata y colon. El cáncer de vejiga es más habitual en los países desarrollados, sobre todo en Europa occidental y Estados Unidos, y en hombres con una edad media de unos 70 años.


CAUSA

Su principal factor de riesgo es el tabaco: cuanto más tiempo ha fumado una persona, tiene más posibilidades de padecerlo. Los expertos consideran que entre un 30-70% de los cánceres de vejiga diagnosticados son por el tabaco. Otra de las causas de esta enfermedad es el uso de sustancias químicas tóxicas como las aminas, usadas en la industria del caucho, que afecta a los profesionales que trabajan en fábrica y mantienen contacto con estos componentes. Las infecciones urinarias crónicas, el uso permanente de catéteres y la presencia de virus del papiloma humano también pueden predisponer a sufrir este tipo de tumor.


SINTOMAS

En más del 80% de los casos, el primer síntoma que aparece es un sangrado con la orina (hematuria), apreciable a simple vista, lo que hace que el paciente acuda al médica. A veces también se produce molestias y dolor durante la micción.


DIAGNÓSTICO

Para detectarlo, se solicita una analítica, sedimento de orina y una ecografía de las vías urinarias. Sin embargo, la prueba por excelencia para el estudio completo de un tumor en la vejiga es la cistoscopia. Ésta se realiza introduciendo un endoscopio, es decir, un tuvo flexible que presenta una cámara, a través de la uretra, haciéndolo llegar la vejiga. Esta técnica permite examinar el interior de la misma, detectar tumores e incluso realizar biopsias de cualquier lesión sospechosa. También se hará una citología de orina, una prueba que sirve para estudiar la presencia de células tumorales. El urólogo, además, puede valorar hacer una urografía, que es una radiografía del tracto urinario con contraste y permite observar las vías urinarias, la pelvis renal, los uréteres, la vejiga y la uretra. Finalmente, un TAC o una resonancia son pruebas que pueden solicitarse para evaluar la extensión exacta del tumor.


TRATAMIENTO

Depende de tipo de tumor, de la localización y de su extensión. Si es superficial y no invade tejidos, se puede operar y eliminarlo a través de la uretra (resección transuretral). Posteriormente, se indican fármacos llamados citostáticos (doxorrubina, la epirubicina o la mitomicina), que se introducen a través de un catéter urinario, que lleva los fármacos hasta la vejiga, manteniéndolo un periodo de tiempo determinado. Este tratamiento se conoce como instilación. En los cánceres más invasivos se puede requerir la extirpación total de la vejiga (cistectomía radical). A veces también es necesario la quimioterapia y radioterapia previas a la operación o bien después de ésta, si ha habido afectación de los ganglios. Cuanto antes se detecte el tumor, mejor será su evolución y tratamiento.

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