Levantarse cada mañana y acudir al trabajo es una de nuestras rutinas, pero no siempre se hace con agrado. Para algunas personas, ya no es tan sólo desgana, sino un miedo descontrolado al ambiente laboral. Se conoce como ergofobia.
- La ergofobia entre quienes han tenido una experiencia negativa importante en su lugar de trabajo.
- Como en las demás fobias, los síntomas que se presentan son sudoración, ansiedad descontrolada, palpitaciones, nerviosismo, irritabilidad y un miedo irracional que muchas veces no tiene justificación.
- El miedo al trabajo es a veces el grado más extremo de otros temores, menos intensos, que puede deberse a una preocupación por no cumplir correctamente con las tareas que se le han asignado; a un miedo extremo a hablar o ser preguntado por alguna cuestión en los reuniones de trabajo; o a no mantener buenas relaciones con los compañeros.
- El 20% de las fobias desaparecen solas. Quizás sea tu caso y esta circunstancia quede en tu recuerdo como una experiencia más.
- Si no es así, ponte en manos de un psicólogo, que, con la terapia adecuada, te ayude a superar tus miedos. Piensa que en este caso la solución no puede ser evitar el factor causante.
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