Los cabeceros de las camas tapizados con tela requieren que les pases el aspirador por lo menos una vez a la semana: de esta forma no acumulan polvo y se mantienen limpios durante más tiempo. Si observas que tiene alguna mancha, aplica espuma seca, deja secar y cepilla bien. Los de tapicería pueden frotarse con una esponja empapada en agua y unas gotitas de amoníaco; luego deja que se aireen bien.
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