Si tienes que batir un alimento dentro de la cacerola de cocción y acabas siempre salpicándote, te proponemos un truco la mar de útil: tapa el recipiente con una hoja de papel de aluminio y séllalo bien en el contorno; después, haz un agujero en el centro por el que entrará el brazo de la batidora. ¡Rápido, perfecto y sin ni una salpicadura!
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