Para conseguir acabar con ellos, preparar de una forma muy sencilla una mascarilla con claras de huevo. Se trata de una mascarilla muy fácil de preparar: se baten dos claras de huevo con una cucharita de zumo de limón y después se aplica sobre el rostro, se deja actuar durante 15 minutos, se retira con agua y finalmente se seca con toque suaves. Sin duda, poco a poco voy viendo cómo este sencillo truco, que pongo en práctica una vez a la semana, ayuda a eliminar los puntos negros y a cerrar los poros. ¡Os animo a probarlo!
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