Aplícate el autobronceador con la ayuda de unos guantes de látex, así evitaras que las manos y las uñas acaben de color amarillo. De todos modos, cúbrete las uñas con una capa de vaselina para que la crema no penetre en su interior. Lávate las manos en cuando hayas acabado de extenderte el producto.
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