Puedes ahorrar un buen dinero aprovechando las horas valle, en que la electricidad es más barata, para realizar todas esas acciones que necesitan de la luz. Por ejemplo, si aprovechas esas horas para cocinar y congelar, poner lavadoras, puedes conseguir que tu factura se reduzca considerablemente si lo comparamos con hacerlo en las horas en que la luz es más cara. Estos pequeños gesto te pueden permitir ahorrar hasta un 20%.
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