Después de la muerte de Jesús, sus amigos se quedaron muy tristes y empiezan a regresar a sus casas.
Dos amigos de Jesús regresaban a un pueblo llamado Emaús.
Un hombre se acercó o ellos. Era Jesús, pero no lo reconocieron.
Cuando llegaron al pueblo invitaron a su nuevo amigo a quedarse con ellos.
Jesús aceptó y entró en la casa.
Durante la cena Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.
En ese momento los amigos de Jesús lo reconocieron.
Jesús se marchó.
Y sus amigos corrieron a Jerusalén a contar a todos que Jesús había resucitado.
En Jerusalén también se habían enterado de que Jesús había resucitado.
Y estaban muy contentos.
(LUCAS,24,13-35)
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