jueves, 4 de marzo de 2021

Chistes de Animales




Una elefanta se está duchando cuando ve que, entre las cortinas de la ducha, aparece la cara de una ratita.

-¿Qué pasa? le pregunta la elefanta.

- Nada contesta la ratita. Sólo quería ver si te habías puesto mi bañador.


Un día, sin querer, un elefante pisó un hormiguero y las hormigas se pusieron muy furiosas. Se reunieron y decidieron vengarse subiéndose encima de él oara picarle. así lo hicieron, pero el elefante se sacudió y cayeron al suelo todas... todas menos una que se quedó colgasa del cuello. Sus compañeras, desde el suelo le gritaban:

-¡Ahórcalo, ahórcalo!


¿Cuál es el animal que más se parece al elefante?

¡El hijo del elefante!


Un hombre muy preocupado llama al médico:

-Doctor, doctor!, mi mujer se ha tragado un ratón.

-Bien, déjala con la boca abierta y colóque delante un trozo de queso, que ahora mismo voy para álla.

Cuando llega el médico, ve que la mujer está con la boca abierta, pero delante tiene una merluza.

-Pero, ¡vamos a ver!, ¿no le dije que le pusiera un trozo de queso para que saliera el ratón?,¿qué hace con esta merluza...?

-¡Ay, doctor, es que ahora que sacar también al gato que se metió tras el ratón!


Un gallo y un gato estaban paseando juntos por un puente, cuando al asomarse por la barandila, el gato cayó al agua, mientras gritaba:

-"¡Miaooogo, miaaooga!"

Y el gallo, muy apurado, e contestaba:

-"¡kikirikihaga, kikirikihaga!".


Un gato perseguía dos ratones y cuando estaba a punto de cazarlos, uno de ellos se escondió tras un mueble y empezó a ladrar:

-¡Guau, guau, guau!

El gato, creyendo que se trataba del perro de la familia, se elejó corriendo.

Pasado ya el peligro, uno de los ratones le comenta al otro:

-¿Te das cuenta de lo importante que es saber idiomas?


Un pato iba conduciendo una moto por la autopista a más de 150 kilómentros por hora. De repente, se le cruzó un loro al que no pudo esquivar y lo atropelló. El loro quedó inconsciente sobre el asfalto. El pato, lleno de remordimiento, lo recogió, se lo llevo a casa y lo puso en una jaula con agua y comida, esperando que se recuperase. 

Al día siguiente. el loro recobró la conciencia y al verse en la jaula, exclamó:

-¡Vaya, debí de matar al que iba en la moto, pero yo soy inocente, inocente!

No hay comentarios:

Publicar un comentario