Para que las cadenas de oro o cualquier otra joya de este metal recupere el brillo que tenía introdúcelas en una botella que llenarás con agua y a la que añadirás tres cucharadas soperas de bicarbonato sódico. Agita energéticamente y deja reposar unas horas. Después, enjuaga las joyas con agua y déjalas secar sobre un paño.
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