TENGO UNA MUÑECA
Tengo una muñeca
vestida de azul,
con su camisita
y su canesú.
La saqué a paseo,
se me constipó;
la tengo en la cama
con mucho dolor.
Esta mañanita
me dijo el doctor
que la dé jarabe
con un tenedor.
Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis,
seis y dos don ocho,
y ocho dieciséis.
Y ocho veinticuatro,
y ocho treinta y dos.
Ánimas benditas
me arrodillo yo.
EL SEÑOR DON GATO
Estaba el señor don Gato
sentadito en su tejado,
marramamiau, miau, miau,
sentadito en su tejado.
Ha recibido una carta:
que si quiere ser casado,
marramamiau, miau, miau,
que si quiere ser casado.
Con una gatita blanca,
sobrina de un gato pardo,
marramamiau, miau, miau,
sobrina de un gato pardo.
El gato, por ir a verla,
se ha caído del tejado,
marramamiau, miau, miau,
se ha caído del tejado.
Se ha roto siete costillas,
el espinazo y el rabo,
marramamiau, miau, miau,
el espinazo y el rabo.
Ya lo llevan a enterrar
por la calle del pescado,
marramamiau, miau, miau,
por la calle del pescado.
Al olor de las sardinas
el gato ha resucitado,
marramamiau, miau, miau,
el gato ha resucitado.
Por eso dice la gente:
siete vidas tiene un gato,
marramamiau, miau, miau,
siete vidas tiene un gato.
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