Un error muy común es acabar en la cama con los ojos sin desmaquillar: la pereza vence al buen hábito. Para hacerlo correctamente, empapa un disco de algodón en el limpiador específico para los ojos y pósalo sobre ellos durante 10 segundos, para que él líquido vaya disolviendo el maquillaje con suavidad. Después, mueve el algodón sin frotar, sobre los ojos para retirar el resto del maquillaje. Para finalizar la limpieza de las pestañeas, dobla el disco humedecido y pásalo por encima y por debajo de las mismas. ¡Desmaquillado total!
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