Para utilizar los trozos de cuerda sin problemas, puede recurrir a un remedio casero muy fácil y útil. Guarde la madeja en un tarro de cristal que tenga tapa de rosca, hágale un agujero en la misma y saque uno de los extremos del cordel. De esta manera, cada vez que necesite un trozo, puede tirar del extremo sin peligro de que el cordón se enrede o ruede por el suelo.
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